El paro por ERTE es la principal medida del escudo social creado por el Gobierno a fin de minimizar el impacto del coronavirus. Sin embargo, millones de trabajadores continúan aún en esta situación complicada e incierta, sin saber cuándo podrán reincorporarse a sus trabajos y hasta qué fecha podrán seguir cobrando esta prestación.

El final de los ERTE

De momento, los expedientes de regulación de empleo temporal originados a causa de la crisis del Covid-19 y vinculados a la fuerza mayor se mantendrán. La fecha prevista de finalización era el 30 de junio, pero el Gobierno y los agentes sociales han firmado un acuerdo a última hora para prorrogarlos al menos hasta el próximo de septiembre.

De este modo, los trabajadores quedan cubiertos hasta esa fecha en las mismas condiciones en las que lo estaban hasta ahora. Es decir, percibiendo el 70 % de su salario sin menoscabo de su derecho a cobrar el desempleo y pudiendo ser complementado dicho porcentaje por parte de las empresas.

Así, a nivel del empleado no hay ninguna variación relevante. Simplemente se amplía la vigencia de ERTE y se cambia su categoría. Los declarados por fuerza mayor total irán derivando a situaciones bien de fuerza mayor parcial, bien ocasionados por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

Las consecuencias las tendrá directamente la empresa. El pago de las cotizaciones sociales a soportar aumenta, lo que en muchos casos se traducirá en la paulatina reincorporación de los trabajadores en función de las necesidades de cada negocio.

En definitiva, el paro por ERTE aún sigue vigente hasta la conclusión de septiembre, fecha en la que podrán volver a darse nuevos acuerdos al respecto. Pero, de momento, las subvenciones a desempleados de este tipo seguirán pagándose como venía haciéndose hasta la fecha y el escudo social protege al grueso de los afectados.

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