En España, al contrario de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, existe un temor por parte de los empresarios al concurso de acreedores. Por ello, en numerosas ocasiones se presenta el dilema de la refinanciación y concurso de acreedores. Es decir, saber cuándo es mejor para tus intereses una situación u otra.

Refinanciación

Cuando una empresa cuenta con importantes dificultades económicas, lo habitual es que intente negociar con las diferentes entidades bancarias acreedoras, con el objetivo de llegar a un acuerdo de refinanciación. Esta es evidentemente la mejor manera de solucionar este asunto sin tener que acudir a los juzgados.

Pero esto no siempre es así, ya que cuando tiene lugar la refinanciación se genera un aplazamiento de la deuda, y por lo tanto, una aplicación de comisiones e intereses que hacen que la operación se encarezca. Esto puede provocar que, como empresario, al final te veas con una mayor deuda todavía e incapaz de hacer frente a ella.

Concurso de acreedores

En cambio, si no optas por la opción anterior, tu patrimonio personal quedará intacto, incluso si crees que tu empresa puede seguir siendo viable puedes apostar con parte de tus bienes sin problemas. Tendrás muchas posibilidades de recuperar tu crédito en caso de que la empresa vaya mal y se vea abocada al cierre concursal.

Aún así, el empresario debe tener en cuenta las dos opciones y realizar la más adecuada y que más convenga en el caso concreto, ya que las consecuencias pueden ser muy distintas.

La refinanciación es una buena opción con la que evitar este procedimiento judicial, pero no siempre puede serlo a cualquier precio. Ante la duda entre refinanciación y concurso de acreedores, lo mejor es que contactes con un buen abogado especialista en Elche o un abogado para empresas en Elche.

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